PSICOTERAPIA CATÓLICA

INTEGRANDO FE Y SALUD MENTAL EN EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

En la actualidad parece que  la salud mental y la vida espiritual en la que se ama a Cristo, pareciera estar separada, o peor aún contraria. Aquí es donde la psicoterapia católica demuestra lo contrario, o sea, el hecho de que es realmente posible encontrar armonía y consonancia, integrar nuestro proceso psicológico dentro del proceso espiritual. Es decir poner las herramientas psicológicas dentro de una perspectiva del mundo que aporte y apoye el camino espiritual de una persona. Como psicoterapeuta católico, mi vocación es acompañar a las personas en su proceso de sanación emocional, mental y espiritual, integrando la riqueza de la fe con los hallazgos de la psicología y neurociencia contemporánea.

¿Qué significa ser psicoterapeuta católico?

Ser psicoterapeuta católico implica mucho más que ser un profesional de la salud mental con creencias religiosas. Es una forma de ejercer la psicoterapia que respeta, nutre y potencia la fe de la persona, ayudándola a encontrar sentido y sanación desde una perspectiva integral. En este enfoque, el ser humano es visto en su totalidad: cuerpo, mente y alma.


Principios de la psicoterapia católica


  1. Visión Integral del Ser Humano (Rigor filosófico y teológico)
    La psicoterapia católica reconoce que el ser humano no es solo un conjunto de procesos psicológicos, sino que también tiene una dimensión trascendental. Por ello, el proceso terapéutico busca restaurar la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu.

  2. Sanación desde la Verdad y el Amor (experiencia espiritual)
    La verdad nos hace libres (Jn 8,32), y en la psicoterapia católica se busca ayudar a la persona a reconocer las heridas del pasado, comprender sus emociones y abrirse al amor sanador de Dios.

  3. Acompañamiento en la Vida Espiritual (discernimiento)
    Para quienes lo desean, la terapia puede integrar elementos de la espiritualidad católica, como la oración, el discernimiento y la reconciliación, ayudando a la persona a fortalecer su relación con Dios en el proceso de sanación emocional.

  4. Respeto por la Moral y la Doctrina De la Iglesia (valor de la virtud)
    A diferencia de enfoques psicológicos que pueden entrar en conflicto con los valores cristianos, la psicoterapia católica ofrece un espacio seguro donde la fe no solo es respetada, sino también integrada como un recurso de crecimiento personal.


¿Para quién es la psicoterapia católica?

Este enfoque es para cualquier persona que busque sanar sus heridas emocionales sin comprometer su fe, ni alejarse de su camino a Dios. Al contrario, es para quienes buscan que los recursos humanos sean un apoyo para su camino espiritual, es decir, que este al servicio de la voluntad Dios en la propia vida.


En mi práctica como psicoterapeuta católico, acompaño a las personas en su proceso de sanación desde una mirada comprensiva y que lleve a la esperanza.