15 Jan
15Jan

Últimamente he querido hacer énfasis en la importancia del SUEÑO para la salud física y mental, y creo que nunca se podrá hacer, en esta época que ha denigrado la importancia de dormir, el suficiente énfasis.

Lo vemos en la consulta, en la vida propia y de los demás. La privación de sueño es un problema grave. Por ejemplo: si uno como padre de familia no duerme bien, tiene una deuda de sueño alta, no podrá tener el suficiente autodominio para conectar bien con sus hijos, para tenerles paciencia, para ser cariñoso, entenderlos, etc. Y eso significa que si de por sí es difícil la paternidad, mermar nuestra capacidad y en vez poder dar nuestro 90-100%, estamos dando 40-50% de lo que realmente podemos… ello se convertirá en un factor de creación de patrones disfuncionales en la familia. 

Sin quitar importancia a otros factores pongo relevancia en este porque se ha dejado de lado. Les dejo aquí un estudio… “Efectos de la privación del sueño sobre el rendimiento: un metanálisis.“

Para describir cuantitativamente los efectos de la pérdida de sueño, utilizamos un metanálisis, una técnica relativamente nueva en el campo de la investigación del sueño, para resumir matemáticamente los datos de 19 estudios de investigación originales. Los resultados de nuestro análisis de 143 coeficientes de estudio y un tamaño de muestra total de 1,932 sugieren que la privación general del sueño afecta gravemente el funcionamiento humano. Además, encontramos que el estado de ánimo se ve más afectado por la privación del sueño que el rendimiento cognitivo o motor y que la privación parcial del sueño tiene un efecto más profundo en el funcionamiento que la privación del sueño a corto o largo plazo. 

En general, estos resultados indican que los efectos de la privación del sueño pueden subestimarse en algunas revisiones narrativas, en particular las relativas a los efectos de la privación parcial del sueño.

FUENTE: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8776790/