El trauma complejo puede resultar de experiencias prolongadas y repetidas de abuso, violencia o negligencia, especialmente durante la infancia. Estos eventos pueden dejar heridas profundas en la mente y el cuerpo de una persona, afectando su bienestar a lo largo de la vida.
Para ayudar a las personas a sanar de estos traumas, los profesionales de la salud mental utilizan el modelo trifásico de atención del trauma complejo (Judith Herman):
Fase 1: Seguridad y Estabilización
Objetivo: Ayudar al paciente a sentirse seguro y en control.
1. Establecimiento de la Seguridad: El primer paso es crear un entorno seguro donde el paciente se sienta protegido y comprendido.
2. Educación sobre el Trauma: Explicar al paciente cómo el trauma afecta el cuerpo y la mente puede ayudar a normalizar sus experiencias y reacciones.
3. Regulación Emocional: Enseñar técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda, la meditación y otras estrategias de autocuidado, para ayudar al paciente a manejar las emociones abrumadoras.
4. Construcción de Habilidades: Desarrollo de habilidades para la vida diaria que fortalezcan la resiliencia del paciente, incluyendo la capacidad de establecer límites saludables y mantener relaciones seguras.
Fase 2: Procesamiento del Trauma
Objetivo: Ayudar al paciente a confrontar y procesar las experiencias traumáticas de manera segura.
1. Recuerdo y Duelo: En esta fase, el paciente trabaja para recordar y hablar sobre sus experiencias traumáticas, enfrentando las emociones y recuerdos dolorosos asociados.
2. Narrativa del Trauma: El paciente puede escribir o contar su historia de trauma en un ambiente terapéutico seguro, lo que ayuda a integrar estas experiencias en su narrativa de vida.
3. Desensibilización: Técnicas como la Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) o la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) se utilizan para reducir el impacto emocional de los recuerdos traumáticos.
4. Apoyo Continuo: Es crucial que el paciente reciba apoyo continuo de su terapeuta y de su red de apoyo personal durante este proceso emocionalmente intenso.
Fase 3: Reintegración y Reconexión
Objetivo: Ayudar al paciente a reconstruir su vida y sus relaciones, integrando su identidad y encontrando un sentido de propósito.
1. Reconstrucción de la Identidad: El paciente trabaja para integrar las experiencias de trauma en una identidad coherente y positiva, desarrollando una nueva narrativa personal.
2. Fortalecimiento de Relaciones: Se fomenta el establecimiento y mantenimiento de relaciones saludables y seguras, tanto en el ámbito personal como profesional.
3. Desarrollo de Objetivos de Vida: El paciente identifica y persigue nuevos objetivos y sueños, encontrando un sentido renovado de propósito y dirección.
4. Mantenimiento de la Salud Mental: Continuar practicando las habilidades de regulación emocional y autocuidado para mantener el bienestar a largo plazo.
El modelo trifásico de atención del trauma complejo ofrece una hoja de ruta clara para la sanación, proporcionando a los pacientes y terapeutas un marco estructurado para abordar el trauma de manera segura y efectiva. Al seguir estas tres fases, las personas pueden transformar sus experiencias dolorosas en una fuente de fortaleza y resiliencia, recuperando el control sobre sus vidas y encontrando un nuevo sentido de esperanza y propósito.